El teatro de papel surgió como una iniciativa editorial en el siglo XIX. En el siglo XX pasó a mano de los artistas, quienes vieron en su bajo coste y sus grandes posibilidades plásticas una vía ideal para la experimentación. Entre las experiencias de vanguardia en las que se puso en práctica esta técnica escénica destaca la representación de El retablo de maese Pedro, ópera de cámara de Manuel de Falla.
Tras una breve contextualización histórica y una introducción a los principios de manipulación de títeres, los participantes construirán figuras sencillas de papel e improvisarán pequeñas escenas a partir de los capítulos del Quijote relacionados con El retablo de maese Pedro.